Ellos suenan como las campanas de la muerte
La rutina es voraz, gris, babea monotonía
Estar aquí es un suicidio instantáneo
Soñando dentro de un sueño
El siempre quiere más de todo
Le aburren las tendencias jóvenes
Mil veces más lo haremos
Hasta que acabemos de contar
Las estrellas que se reflejan en el mar
Qué noche tan vacía,
me tienes en tus manos,
para siempre
Te abrazaré por el resto de los días y el resto de lo que siga.
¿Morirías por mi? ¿morirías por cualquiera?
Solo escucha los sonidos
De viaje que produce mi alma
Has anidado en lo más profundo de mí
En aquél lugar donde el sol no llega
Quiero ser tu final
Tu último acto
Lo más secreto y sagrado
Que hayas tenido
Sólo se necesita un golpe de suerte
Para abrir los ojos directo
Ante la luz
Sin lastimarse
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