Es tan placentero buscar la muerte
Que uno no puede negarse
Ella toca la puerta y llega con una bolsa de hielos
Y una cajetilla de cigarros Traición
Y bebida para ser enfriada
Uno se vuelve un decadente
De tercera clase y amanece
Buscándose en la columna de desaparecidos
En el periódico de la mañana
Viajas de sur a norte
Y conoces todo tipo de tranzas
Comes cosas serias
Del tamaño de la punta del meñique
Y también con forma de plantas
Uno se empieza a ir, de la mano de ella
Y te guía por lugares donde conoce
Y que tú desconoces
Desde tu nombre
Hasta si eres en realidad un hombre
Uno camina, ciego, con los ojos abiertos
Y ve la luz y opina
pero no puede decir nada
La boca abierta, el infinito en frente
Es tan placentero buscar la muerte
Es tan placentero buscar nada
Irremediablemente llegará
Uno viaja de sur a norte
Sin moverse de la cama.
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