Había fuego en tus ojos
Mil demonios
Ella come estrellas
cultivadas en un cielo negro
De un planeta extranjero
Oculto detrás del Sol
Por las noches juega el juego
de perder la razón
Y en sus ojos arde el fuego
de Satán y su pasión
Y no existe ya control
que detenga el vuelo
Y no existe una razón
que la traiga de regreso
La perdimos una vez
Suficiente para no verla jamás
Renacerá eternamente
En partos continuos
Y la bóveda celeste
le brindará su abrigo
Camina entre condenados
Sus amigos drogadictos
Disfrazados de humanos
Inocentes como niños
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